Alberto Fernández almorzó este miércoles con siete curas que trabajan en las villas de Capital y el Gran Buenos Aires. Los invitó para conocer de primera mano cuáles son las necesidades en los barrios de emergencia para hacerle frente al coronavirus.
Hace una semana, los sacerdotes hicieron público un comunicado pidiendo al Estado especial atención para los que viven en las villas, donde muchas veces “lavarse las manos” o usar alcohol en gel “es prácticamente imposible”. Hoy, Fernández les abrió las puertas de Olivos para escucharlos.
El presidente recibió a los curas villeros con Máximo Kirchner, Andrés “Cuervo” Larroque y Gustavo Béliz. Por el lado de los sacerdotes estuvieron el padre “Pepe” Di Paola, Carlos Olivero, Eduardo Brabble , Gustavo Carrara, Lorenzo de Vedia, Juan Isasmendi y Nicolás Angelotti.
Los curas le hicieron un diagnóstico de la situación en los barrios más carenciados de la Ciudad y el Conurbano y le ofrecieron las parroquias de la región para lo que fuera necesario. Le trasladaron, además, un pedido enfático para que el gobierno refuerce la asistencia con alimentos y más recursos. “La mayor parte de los que viven en estos barrios viven de changas y ahora no hay changas”, explicó a PERFIL el padre Pepe, para graficar cuál es la situación ante la cuarentena que impuso el gobierno por el coronavirus.
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El mensaje le quedó grabado a Alberto, que minutos después, con Verónica Lozano en Telefe, se hizo eco de ese panorama: “Se que muchos viven de changas. Sepan que el Estado no los va a abandonar”. Di Paola relató además que el presidente escuchó y que garantizó que habrá ayuda económica y de alimentos por parte del Estado para la población más vulnerable.
En esa línea fueron los anuncios de refuerzos a la Asignación Universal por Hijo, la tarjeta alimentaria, los planes sociales, entre otras medidas.
En la reunión se habló de los problemas de infraestructura y las dificultades para acceder a la salud en villas del Gran Buenos Aires. “Tenemos barrios donde los hospitales están muy lejos, o donde no pasan cerca las líneas de colectivo”, indicó.
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Los curas villeros están desplegando un dispositivo de ayuda para prevenir ante la propagación de la pandemia. En La Cárcova, donde está Di Paola, por ejemplo, ofrecen un lugar acondicionado con camas, televisión y heladera para que los ancianos puedan hacer la cuarentena sin tener que estar en contacto con gente más joven y más expuesta al virus.
Es que el hacinamiento es parte del problema en muchos de esos barrios carenciados. Los curas también trabajan con la gente en situación de calle. Antes del encuentro con Alberto, estuvieron con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, con quien charlaron sobre los proyectos necesarios para las villas en materia de infraestructura.
MC
